Vigilia con y para Sacerdotes



Difundiendo la Luz de Cristo: Una llamada a la santidad (pausa) Una vigilia de Oración con y para Sacerdotes: Signo del continuo amor de la Madre Teresa por los sacerdotes (pausa) Reconocemos en este tiempo de oración el gran regalo de Jesús realmente presente en la Sagrada Eucaristía, y el gran don del sacerdocio a través del cual Jesús viene a nosotros como Pan de Vida. Las meditaciones que siguen están tomadas de diversos pensamientos de Madre Teresa sobre el sacerdocio. Las presentamos como una invitación a todos a reconocer la belleza de esta vocación y como regalo especial a los sacerdotes.
El coro empieza el canto de “Adoro te Devote”

 

DIACONO / SACERDOTE El Señor esté con vosotros
RESPUESTA Y con tu espíritu.
DIACONO / SACERDOTE Lectura del Santo Evangelio según San Juan (Jn13: 1-17)

 

“Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que le había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en este mundo, los amó hasta el fin. Y durante la cena, cuando ya el diablo había metido en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, la traición, sabiendo Jesús que el padre le había entregado en sus manos todas las cosas, y que de Dios salió y a Dios iba, se levantó de la mesa, dejó los vestidos, y, tomando un lienzo, se lo ciñó. Luego echó agua en un barreño, y comenzó a lavar los pies de sus discípulos y a enjugárselos con el lienzo que se había ceñido.

Al llegar a Simón Pedro, éste le dijo: “Señor ¿Tú lavarme a mi los pies?” Jesús le respondió: “Lo que yo hago ahora tú n lo entiendes, lo entenderás mas tarde.” Dijo Pedro: “Jamás me lavarás los pies”. Jesús le respondió: “Si no te lavo, no tendrás parte conmigo”. Dijo Simón Pedro:”Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza”. Jesús dijo: “El que se ha bañado no necesita lavarse mas que los pies, pues está completamente limpio; y vosotros estáis limpios aunque no todos”. Que bien conocía Jesús a su traidor. Por eso dijo:”No todos estáis limpios”.

Después de lavarles los pies, tomó sus vestidos, se puso de nuevo a la mesa y les dijo: “¿Entendéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis el Maestro y el Señor, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, también vosotros os los debéis lavar unos a otros. Yo os he dado ejemplo, para que hagáis vosotros como yo hice. En verdad, en verdad os digo que el siervo no es más que su señor, ni el enviado más que quien lo envió. Felices vosotros si practicáis ya estas cosas que con todo el corazón sabéis.”

Palabra de Dios
Te alabamos, Señor

 

HOMILIA

 

LLAMADO A LA AMISTAD CON DIOS: SACERDOTE Y DISCIPULO

Madre Teresa tenía un gran amor por los sacerdotes. Este amor estaba directamente conectado a su amor por Jesús. Ella veía al sacerdote realmente como “otro Cristo”y comprendía la gran dignidad de este ministerio. El amor de Dios da al sacerdote esta misión especial de hacer presente a Jesús en nuestro mundo a través de todo lo que hace y dice pero especialmente en el Santo Sacrificio de la Misa. Madre Teresa se daba cuenta que el sacerdote debe avanzar él mismo hacia una unión íntima con Dios ya que esto le hará conducirnos, mas eficazmente, al gozo de amar a Dios y los demás con todo el corazón. Oigamos las palabras de Madre Teresa:

Cuando miramos la cruz, sabemos cuanto nos amó Jesús cuando
Murió por nosotros; cuando miramos al tabernáculo, sabemos cuanto
Nos ama ahora. Por esto es tan importante para nosotros, creer en el
Tierno amor de Jesús en el Santísimo Sacramento. Su amor hoy, nos
Conduce a elegir la mejor parte.

“Os he llamado por vuestro nombre: sois míos…Sois preciosos a mis ojos y gloriosos… No tengáis miedo ya que Yo estoy con vosotros” (Is.43:1-5) Esta es la manera que la Escritura expresa claramente la ternura del amor de Dios por nosotros.
El quiere que nosotros comuniquemos la misma ternura y amor a todo su pueblo. Os ha elegido a vosotros para ser sacerdotes, para poder utilizaros así. Algo muy hermoso está escrito en los Estatutos de nuestras hermanas: “Cristo nos ofrece, a ti y a mí una larga vida de amistad personal y fiel, uniéndose El mismo a nosotros con ternura y amor. Y para hacer su unión con El una realidad aun mas hermosa, nos da la Eucaristía”. Vosotros, sacerdotes, debéis tener esta amistad con Jesús para que nosotros podamos aprender de vosotros como poder vivir una vida de santidad.

“Sed santos como el Padre del cielo es santo.” Este es un manda-
miento claro del Corazón de Jesús. Sed santos. La santidad no es
Nada menos que el ejemplo vivo del Padre en nosotros. La santidad
No es el privilegio de unos pocos, sino el deber de todos, y especial-
mente de los sacerdotes que representan a Cristo.

Para tener fidelidad en la oración, para ser capaces de orar, el sacerdote debe conocer el silencio, ya que Dios habla en el silencio del corazón. La oración es también escuchar, y es muy importante para el sacerdote aprender a rezar, es una de las cosas que Jesús intentó enseñar a sus discípulos: como rezar. Y la oración de un sacerdote es permitir a Jesús rezar en él y a través de él. Por lo tanto, debe ser tan puro, estar tan completamente a su disposición, que permita realmente a Cristo ser uno con su Padre a través de sí. La oración es el alimento de vida para el sacerdote. Un sacerdote que no rece no puede permanecer unido a Cristo, no deja a Cristo utilizarlo como El lo quiere utilizar. El fruto de la oración es siempre una profundización en la fe, y a menos que el sacerdote tenga una fe profunda, le resultará muy difícil rezar. Y el fruto de la fe es siempre el amor. Y si el sacerdote no ama ¿Cómo podrá ayudar a otros a amar? Y el fruto del amor es servicio – servicio como dijo Jesús: “Yo he venido entre vosotros a servir” Y el sacerdote debe ser así, el que viene entre los suyos a ser el servidor de todos.

Jesús, al hacerse hambriento, desnudo y sin hogar nos da realmente
Los tesoros de Su corazón. Yo creo que por esto se hizo realmente el
Pan de la Vida, para satisfacer nuestra hambre de Dios, nuestra ham
bre de amor. Y se hace a Si mismo hambriento de amor, para que
Podamos nosotros satisfacer Su hambre de un amor humano…por
Nuestro amor, y dándonos esto, nos lo da todo. Es por esto que lo
Mismo para ti que para nosotros resulta igual: esa unión con la
Eucaristía es necesaria. Nuestras vidas deben estar tejidas con la
Eucaristía. Si nuestras vidas están tejidas naturalmente querremos
Poner esto.
Hoy, El está diciéndote lo mismo a ti y a mi: “Tengo sed del amor de las almas”. ¿Cuantos de entre nosotros hoy aquí saciaremos esta sed de Jesús trabajando para la salvación y santificación de las almas? ¿Cómo es Su sed, Su hambre?...Rezaré para que sean sacerdotes santos. La iglesia nunca ha necesitado tanto sacerdotes santos como hoy. Dejemos a Jesús utilizarnos a todos para su gloria y el bien de los pobres más pobres, para que podamos saciar su ardiente sed de amor de las almas.


LLAMADO A OFRECER TU VIDA: SACERDOTE Y VICTIMA

Madre Teresa sabía que seguir a Cristo no era sencillo. Como Jesús mismo dijo: “El que quiera ser discípulo mío, que tome su cruz y me siga”. El sacerdote está unido de una manera especial a la Cruz – simbolizado por su postración en la ordenación-. El sacerdote está llamado a “ofrecer su vida” completamente y se compromete a servir al amor más grande: ofreciendo a Dios la adoración de sus hijos y concediéndoles a ellos la misericordia del Padre del Cielo. El sacerdote debe vivir diariamente las palabras de la Sagradas Escrituras: “Yo debo disminuir para que El aumente” y “No soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mi”. Oigamos las palabras de Madre Teresa:

 

Para ser realmente un sacerdote como quiere el Corazón de Jesús, se
Necesita mucha oración y penitencia. Un sacerdote necesita unir su
Propio sacrificio con el sacrificio de Cristo, si realmente quiere ser
Uno con Jesús en el altar. Y entonces su vida de sacrificio, su vida de
Penitencia, completará la de Jesús ya que como dice San Pablo, noso
Tros debemos completar las cosas que faltan en los sufrimientos de
Cristo.

Al elegir libremente el celibato, el sacerdote renuncia a la paternidad terrena y gana una Paternidad en Dios. En lugar de ser padre de uno o varios hijos en la tierra, es ahora capaz de amar a todos en Cristo. Sí, Jesús llama a sus sacerdotes a llevar el amor tierno de Su Padre a todos y cada uno de los hombres. Por esta razón, los hombres les llaman “Padre”. El celibato del sacerdote no es solo no casarse y no tener familia. Es un amor indiviso por Cristo en la castidad. Nada ni Nadie me separará del amor de Cristo. No es solamente una lista de noes: es amor: libertad para amar y ser todas las cosas para todos los hombres. Y para eso necesitamos la libertad de la pobreza y de la vida sencilla. Jesús pudo tenerlo todo y eligió no tener nada. Nosotros también deberemos elegido no tener o usar determinados lujos. Ya que cuanto menos tenemos para nosotros, más de Jesús podremos dar y cuanto mas tenemos para
nosotros, menos de Jesús tendremos para dar. Como sacerdotes, todos deben poder experimentar la alegría de la libertad, no tener nada, no tener a nadie. Entonces podrán amar a Cristo con amor no dividido. Es por esto, que un sacerdote es completamente libre de amar a Cristo, el trabajo que hace por obediencia es su amor por Cristo puesto en marcha. La Preciosa Sangre está en sus manos, el Pan Vivo lo puede cortar y dar a los que están hambrientos de Dios. Dejad a aquellos que están llamados a seguir a Jesús y compartir con El su Sacerdocio, rezar y pedir el valor de dar…”dar hasta que duela”. Esta donación es el amor verdadero en acción y solamente podremos hacerlo cuando seamos uno con Jesús.

 

Tú has dicho “SI” a Jesús y El te ha tomado la palabra. La Palabra
De Dios se convirtió en Jesús, el pobre. Y así este terrible vacío tu
Experiencia. Dios no puede llenar lo que está lleno. Solo puede llenar
Lo vacío, pobreza extrema y tú “SI” es el comienzo de ser o estar
Vacío. No es realmente cuanto” tenemos” para dar sino cuan vacíos
Estamos para poder recibir en nuestra vida y dejarle a El vivir Su
Vida en nosotros. En ti hoy quiere revivir Su completa sumisión al
Padre y dejarle a El hacerlo. No importa lo que tú sientas sino lo que
El siente a través de ti. Quita tus ojos de ti y alégrate de no tener
Nada, de no ser nada, de no poder hacer nada. Ofrécele a Jesús una
Gran sonrisa cada vez que tu nada te asuste. Esta es la pobreza de
Jesús. Tú y yo debemos dejarle a El vivir en nosotros y a través de
Nosotros en el mundo. Agarrate a Nuestra Señora, ya que Ella antes
De poder estar llena de gracia, llena de Jesús tuvo que caminar
Entre tinieblas. “Como será posible esto”….Pero desde el momento
En que dijo SI tuvo necesidad de ir deprisa y llevar a Jesús a Juan y
Su familia. Continúa dando a Jesús a las personas, no con palabras
Sino con tu ejemplo, con tu amor por Jesús, radiando su Su santidad
Y extendiendo la fragancia de Su amor por todas partes donde vayas.
Que la alegría de Jesús sea tu fuerza, permanece alegre y en paz,
Acepta todo lo que El te conceda y da con una gran sonrisa lo que El
Te quiera quitar. Tú le perteneces. Dile: “Soy tuyo y si Tu me cortas
En pedazos cada uno de estos pedazos serán todos ellos tuyos” Deja
A Jesús ser la víctima y el sacerdote en ti.



ORACION DEL CARDENAL NEWMAN

El Cardenal Newman escribió una maravillosa oración, en la que revela su corazón sacerdotal en conversación con dios. Pienso que vivir esta oración es santidad para los sacerdotes.

Amado Jesús, ayúdame a extender tu fragancia por dondequiera que vaya. Inunda mi alma con tu Espíritu y vida. Penétrame y posee todo mi ser, de tal manera que mi vida sea solo un reflejo de la tuya. Brilla a través de mí, y permanece tan completamente en mí que cada alma con la que entre en contacto, pueda sentir Tu presencia en mi alma. Permíteles no verme a mí sino sólo a Jesús. Permanece conmigo, y así yo brillaré como Tú brillas y así yo podré ser luz para otros. Esta luz de Jesús vendrá de Ti; nada será mío. Será tu brillo en otros a través mío. Déjame así alabarte de la manera que mas Te agrada, brillando tu luz sobre los que me rodean. Déjame predicarte sin predicar, no con palabras sino con mi ejemplo, por medio de la fuerza de lo que hago, y de la plenitud evidente del amor que mi alma siente hoy. AMEN.

 

BENDICION DEL SANTISIMO SACRAMENTO

Incensar la Santa Eucaristía (“Tantum Ergo”), Oración y Bendición. Reposición de la Sagrada Eucaristía en el Tabernáculo (recitación de la Letanía de Alabanzas versión de M.C.)

 

CONSAGRACION MARIANA

Madre Teresa puso todos sus trabajos bajo la especial protección de la Madre de Dios. Consagró su vida al Corazón Inmaculado de María como el camino seguro para crecer en santidad – feliz al dejar a María modelar nuestros corazones como su propio corazón: humilde, generoso y fiel a la Palabra de Dios en todas las cosas. Madre Teresa siempre exhortaba a otros a “Ser solo para Jesús a través de María” Oigamos las palabras de Madre Teresa:

Qué terrible responsabilidad para ti ser el amor de Dios, su compasión, su presencia….. Qué tremenda responsabilidad para ti ser santo. No puedes dar a otros lo que tú no tienes. Es por esto por lo que es tan importante el amor a María. Ella te guiará. Ella te protegerá. Ella te guardará para Jesús. Hay tantas, tantas tentaciones en el mundo de hoy. Intenta ser puro y humilde como ella. Ella te ayudará a ser santo como Jesús. Su pureza y humildad atrajeron a Dios mismo. Es por esto por lo que fue escogida para ser la Madre de Jesús…Vosotros como sacerdotes deberíais aferraros a Ella y amarla. Será una verdadera madre para vosotros. Os ayudará. Os guiará. Os protegerá de muchas dificultades y tentaciones. María debe permanecer real.
Pon tu mano en la mano de María y pídele que te conduzca a Jesús. Cuando Jesús apareció en su vida, fue deprisa a llevarlo a El a otros. Y tú también, cuando te conviertes en Su sacerdote ve con Ella a llevar a Jesús a otros. Pero recuerda, no puedes dar lo que no tienes. Y para poder dar, tienes que vivir esa unión con Cristo, y El está allí en el Tabernáculo. Haz el propósito que lo primero de cada mañana sea que Jesús el centro de tu vida. Durante el día, aprende a rezar el trabajo, trabaja con Jesús, trabaja para Jesús. Permanece siempre junto a María. Pídele que te dé Su Corazón, tan bello, tan puro, tan inmaculado, su corazón tan lleno de amor y humildad que haga posible que recibas a Jesús y des a Jesús como Pan de Vida a otros. Ama a Jesús como Ella lo amó, y sírvele bajo el dolorosa apariencia de los pobres.

 

TODOS LOS PRESENTES RECITAN LA ORACION DE MADRE TERESA POR LOS SACERDOTES

Maria, Madre de Jesús, arroja tu manto de pureza sobre los sacerdotes. Protégelos, guíalos y guárdalos en tu corazón. Sé una Madre para ellos, especialmente en tiempos de desánimo y soledad. Ámalos y guárdalos, perteneciendo completamente a Jesús. Como Jesús, ellos, también son Tus hijos, así que guarda sus corazones puros y virginales. Guarda sus mentes llenas de Jesús y pon a Jesús siempre en sus labios, para que pueda ser El lo que ofrezcan a los pecadores y a todos aquellos que se encuentren. María, Madre de Jesús, sé su Madre, amándolos y llevándoles alegría. Protege a los sacerdotes enfermos y a los moribundos y a los más tentados. Acuérdate como transcurrió su juventud y su ancianidad, su vida entera sirviendo y dándole todo a Jesús
María bendíceles y guarda un lugar especial en Tu Corazón para ellos. Dales un trozo de Tu Corazón, tan bello, puro e inmaculado, tan lleno de amor y humildad, para que ellos puedan también crecer en semejanza con Cristo. Querida María, hazlos humildes como Tú y santos como Jesús. AMEN

Los sacerdotes presentes se unen para recitar la consagración de su sacerdocio al Corazón Inmaculado de María.

Bendita Virgen María, Madre de Dios y Madre mía,
Yo Padre………… .Te consagro mi sacerdocio en este día.
Me encomiendo a Ti para que formes mi corazón a semejanza de Tu Corazón Inmaculado para amar a Dios y al prójimo con la misma humildad y generosidad.

Con espíritu de confianza amorosa, yo, totalmente y con todo el corazón os someto mi vida para servir a Dios con pureza, obediencia, vida sencilla y disponibilidad hacia aquellos para los que he sido llamado a servir.

Condúceme a saciar por mi vida de oración y labor apostólica la Sed de Cristo de amor y almas.
Que siempre siga a Jesús, el Buen Pastor con alegría – no teniendo en cuenta el coste de mis sacrificios y haciendo hasta las cosas más pequeñas con gran amor.
Llena mi alma de gratitud por el bien precioso de mi vocación y con el asombro por las maravillas que Dios obra por medio mío, especialmente cuando desciende por amor al altar a través de mis manos.
Dame sobre todo el deseo de ser santo y el celo de conducir al Cielo a aquellos que has encomendado a mi cuidado. Ayúdame a vivir “como otro Cristo” en nuestro mundo de hoy, irradiando la luz de Su Amor por todos los sitios que vaya.

Que yo sea todo de Jesús por María. AMEN

Salve Regina/ Canto del “Salve Regina”