POR UNA PERSONA FALLECIDA

 

Señor, te suplicamos,

en la ternura de Tu gran misericordia,

que te apiades del alma de (nombre),

Límpialo(a) de todos las impurezas

que han manchado a este cuerpo mortal,

y concédele parte en la herencia de la salvación eterna.

Por Nuestro Señor Jesucristo,

que con el Padre y el Espíritu Santo

Viven y reinan por los siglos de los siglos.

Amén.