Primera Oración de Incienso:
Soberano Señor Jesucristo, Palabra de Dios, que libremente te ofreciste como sacrificio sin culpa sobre la cruz a Dios Padre, permite que la santa y mística brasa de Tú doble naturaleza, que tocó los labios del profeta y se llevó sus pecados, toque también los corazones de nosotros pecadores, nos purifique de toda mancha y nos presente santos delante de tu altar santo, permitiéndonos ofrecerte un sacrificio de alabanza.
Acepta de nosotros, Tus inútiles siervos, este incienso como dulce fragancia espiritual y convierte nuestros pecadores almas y cuerpos en santos y fragantes, purificándonos con el poder santificador de Tu santo Espíritu.
Porque Tú solo eres santo, oh salvador y amante de la humanidad, Tú que nos santificas y te das a tus fieles y la gloria se hace Ti, con tu Padre eterno y tu Espíritu santo, bueno y dador de vida, ahora y siempre, por toda la eternidad, Amen.
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