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L D M
Nueva York, Noviembre 1997
Querido Hermano Sacerdote,
En 1982, después de varios años de colaborar estrechamente con la Madre Teresa de Calcuta y las Misioneras de la Caridad como laico, fui a Roma a estudiar para el sacerdocio. En ese momento, conocí el Movimiento del Corpus Christi para Sacerdotes iniciado por la Madre Teresa y el Padre Joseph Langford, quien posteriormente fundó los Padres Misioneros de la Caridad.
El propósito del Movimiento del Corpus Christi es permitir que los sacerdotes compartan el Carisma y Espíritu otorgado por Dios a la Iglesia a través de la Madre Teresa y la familia de las Misioneras de la Caridad.
Desde el momento en que lo conocí, sentí la llamada para aplicar este Carisma a mi vida sacerdotal. La Madre Teresa me trajo a Nueva York donde terminé mis estudios de seminario, fui ordenado y he servido como sacerdote estos últimos años, en estrecha asociación con la Madre, las Hermanas y los Padres.
En mayo pasado, cuando la Madre Teresa estuvo aquí en Nueva York, ella expresó con entusiasmo su deseo de reavivar el Movimiento del Corpus Christi, especialmente para los sacerdotes diocesanos.
La Madre y yo presentamos este proyecto a Su Eminencia, el Cardenal O'Connor, quien le otorgó su bendición. En julio, fui con la Madre a Roma y presentamos el proyecto
a las autoridades del Vaticano. En una audiencia privada con Su Santidad el Papa Juan Pablo II, recibimos su Bendición Apostólica para el Movimiento. Un mes y medio después, la Madre dejó este mundo para la eternidad.
Uno de los últimos deseos de la Madre fue la promoción del Movimiento del Corpus Christi para Sacerdotes y, según las palabras de la Madre: "Esto viene directamente del Corazón de Jesús". Ella hablaba de esto como un "un pequeño camino de santidad para los sacerdotes", sin importar cuáles pudieran ser sus tareas sacerdotales.
Las siguientes páginas explican brevemente el Movimiento del Corpus Christi que la Madre y yo preparamos en conjunto. Si estás interesado en tomar parte de este Movimiento, por favor, házmelo saber.
Dios te Bendiga.
Sinceramente en Jesús y María
Padre Pascual Cervera